Nosotros, el medio (de Baquía.com)
Desde el nacimiento de los medios de comunicación de masas hasta hace unos pocos días, detrás de este titular se encontrarían unos señores más bien mayores, de traje y corbata, antes con sombrero de copa y ahora alguno chupando un puro, sonriendo displicentes al mundo que mueven bajo sus pies. Los capos de los emporios mediáticos. Ahora, gracias a Internet, el pueblo ha tomado al asalto el poder... de comunicar. En la frenética vorágine de palabras, ideas y experimentos que bulle en la Red, muchos se sienten perdidos. Entre ellos, la prensa tradicional nota como le llueven collejas desde todos los puntos cardinales para que espabile. Menguan las ventas de periódicos y echan la culpa a los rumores que circulan por Internet; ahí no se hace Periodismo, sólo cotilleo perpetrado por indocumentados que no respetan las reglas sagradas del periodismo actual, a saber: escribe para ganar dinero y defiende los intereses editoriales por encima de todo. ¿Y el lector? Al lector le han dejado de lado y es por eso que ha tomado los mandos, bien buscando fuentes alternativas, bien participando en la producción de información.
Sin embargo, la Red, en principio, no ha venido a matar a nadie. En la pérdida de influencia de los medios impresos confluyen varios factores, más allá de la blogosfera, que por otro lado es mucho más que un nuevo medio de información. Hay razones puramente mercantilistas, con grupos financieros controlando los periódicos, que cada vez se diferencian menos del DVD o el patinete con el que se venden; hay una competencia creciente, con los gratuitos abriéndose paso rápidamente; y hay una crisis de credibilidad, donde el madelman secuestrado sirve de penúltimo ejemplo. Lo que ocurre es que en la economía de la atención, donde la información ya no es escasa pero sí los pares de ojos, el consumidor tiene delante blogs, portales, foros, wikis, redes sociales, agregadores, RSS, Google News, periódicos online... y los medios de toda la vida. Los últimos parten con gran ventaja, pero como no la sepan aprovechar la perderán rápidamente.
Frente a los agoreros, el informe ‘We Media’ defiende que “estamos en el comienzo de la Edad Dorada del periodismo, pero no es periodismo como lo hemos conocido hasta ahora”. Se trata de un periodismo participativo, que representa “una tendencia saludable, aunque puede ser perturbadora para aquellos cuyos roles están cambiando”, dice Dan Gillmor, quien lo resume así en el prólogo: “Mis lectores saben más que yo”. >> Leer en Baquía
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