sábado, febrero 26, 2005

Un 83% de los españoles es incapaz de mantener una conversación con el mundo

Según datos de la Unión Europea, el 82% de la población española no es capaz de participar en una conversación en inglés. En Catalunya, según los datos del Projecte Internet Catalunya dirigido por Manuel Castells (una de las investigaciones sobre el impacto de la Sociedad de la Información más profundas que se están haciendo en el mundo), el porcentaje sería de un 80% de la población mayor de 15 años. A título comparativo, la proporción es de tan sólo 22% en Suecia o Dinamarca, del 58% en Alemania, del 61% en Grecia o incluso, en Francia, con su chovinismo lingüístico la proporción, aunque alta, se mantiene en un 63%, muy por debajo de la española. En Catalunya, en la población entre 15 y 30 años, el desconocimiento del inglés se sitúa en torno al 56%.

Osea, que sólo un 18% de los españoles son capaces de entenderse con el mundo. Porque, no nos engañemos, el mundo globalizado necesita un esperanto que funcione, y ya lo tiene, se llama inglés. La lengua es parte de nuestra identidad, pero yo me pregunto: ¿Dinamarca ha perdido un àpice de su identidad porqué un 78% de su población pueda hablar con el mundo? ¿O por el contrario le permite manejar mucho mejor las incertezas de su futuro y su posición en el mundo y por lo tanto dejar "marca" en la sociedad global?

Con un 83% de nuestra población "globalizadamente analfabeta" estamos ante una autarquía cultural que puede hipotecar nuestro futuro, igual que hipotecó nuestro presente la autarquía econòmica del franquismo de la posguerra civil.

En un estudio que el anterior gobierno de la Generalitat de Catalunya encargó al Boston Consulting Group sobre las necesidades estratégicas inmediatas de Catalunya, que, por cierto, creo que nunca se hizo público (yo tengo una copia en papel conseguida a través de un conocido), se dice que antes de hablar de cualquier avance en sectores, industrias o lo que sea, es necesario arreglar dos cosas sin las cuales cualquier otra política económica será "ineficaz": las infraestructuras y, sí, lo habéis adivinado, el nivel de inglés de los catalanes.