La respuesta cívica
RAFAEL JORBA - 16/03/2004
La Vanguardia
Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo. La sentencia explica la masiva respuesta cívica en las urnas. La gestión de la información sobre el macroatentado de Madrid se giró cual bumerán contra el Gobierno. “Nos han engañado a todos”, me dijo un portavoz europeo. El viernes, en la manifestación de Barcelona, un lema resumía el sentir ciudadano: “No al terrorismo; no a la guerra”. El sábado los móviles fueron los instrumentos del puerta a puerta virtual en una jornada de rebelión. Hubo otra revuelta oculta: algunos mandos policiales informaron a la oposición antes de que lo hiciera el Gobierno. El domingo: voto de censura
Lección de humildad
“Hoy, más humildad que nunca”. Esta es la consigna que trasladó Zapatero a los miembros de la ejecutiva del PSOE. Las urnas han castigado no sólo a una opción política, sino una determinada forma de hacer política. Me consta que durante el 14-M los propios socialistas no se creían los datos de las encuestas que se acumulaban en su cuartel general. “Seguro que hay un voto oculto del PP”. Al abrirse las papeletas se desveló lo contrario: un voto útil a los socialistas. Dos jóvenes votantes de ICV, con las que coincidí en la cacerolada del sábado, me adelantaron: “Votaremos Zapatero” (había dicho que no formaría gobierno si no sumaba un voto más que el PP). El inesperado triunfo de Zapatero es un referéndum de protesta contra el PP, “el precio de la mentira”, según el título de portada de “Libération”). En sus manos está ahora el administrarlo en positivo: el cambio debe empezar por las formas
La papeleta de Rajoy
“Aznar y Acebes nos han hecho perder las elecciones”. La frase de un candidato del PP refleja el sentir del entorno de Rajoy. Me consta su voluntad de rehacer puentes en política interior y exterior: viajó en la precampaña a Berlín y París, y desechó hacerlo a Washington, donde Aznar le había gestionado una entrevista con Bush... La tensión llegó a su punto máximo en la noche electoral: “Rajoy hizo un conato de dimisión y Aznar, que estaba en la Moncloa, se desplazó con urgencia a Génova”. La pregunta: ¿Las diferencias entre Rajoy y Rato, por un lado, y Aznar y sus monclovitas, por otro, emergerán en el congreso del PP?
El otro “sorpasso”
El PP catalán buscaba el “sorpasso” –ser segunda fuerza por delante de CiU– y ha sido relegado a la cuarta posición por detrás de ERC. Más allá de las culpas de Madrid, la dirección catalana analizará hoy sus propias responsabilidades: “No hemos sabido definir con claridad un proyecto propio de país para Catalunya, no hemos hallado la persona (¿Piqué?) que lo traslade a la sociedad y nos faltan medios de comunicación para hacerlo”
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