lunes, marzo 07, 2005

Empresas con sentido económico... y vital

por Ramon Sangüesa


El post de Oriol sobre Lady Nokia me lleva a recordar el clamor de cientos personas que quieren ser eso, personas, también en su trabajo. No creo que haya que confundir su descontento con el de quienes han crecido en el hedonismo más autocomplaciente y expresan la frustración de su modelo vital quejándose del escaso horizonte de placer que les ofrece su puesto de trabajo. Al contrario. Me refiero a quienes, desde una posición menos adolescente, sienten que, sencillamente, su trabajo les sirve para comer pero no para vivir ni mucho menos para crecer. Quizá sea una novedad después de muchas generaciones que han querido, sabido o debido separar sentido de vida, desarrollo personal y carrera profesional.

La economia del conocimiento probablemente nos hará plantear a cada uno de nosotros estas alternativas con más fuerza que nunca. Nos pondrá ante el abismo de la falta de sentido vital de nuestro entorno profesional puesto que se espera de nosotros que seamos un poco artistas en nuestro estilo de vida y de trabajo como ya apuntó en su día Richard Florida. Si en esta nueva economía se supone que vamos a extraer capacidad económica de nuestros propios intereses y talentos, entonces está claro que debemos ir hacia la creación de "empresas con sentido".

La mayoría de empresas actuales no se ajustan a nuestras expectativas e intereses personales. Más y más personas se sienten dentro de las organizaciones como en una penitenciaría: encerrados en el sinsentido diario de su profesión. Son empresas dinosaurio no por falta de innovación (Nokia innova !y mucho!), ni por tamaño (hay dinosaurios muy pequeñitos) sino por que, sencillamente, no son una vía para el desarrollo personal. Este era un requerimiento impensado en tiempos de nuestros abuelos o incluso de nuestros padres donde cada cosa tenía su ámbito. Pero la economía del conocimento, como digo, está haciendo más y más patente esta exigencia. Y no por humanismo ni altruismo, sino por pura mecánica económica. Sin personas creativas, que identifiquen empresa con movilización de su potencial personal y, por tanto, como una vía para crecer... no hay empresas de conocimiento.


Ante esto las salidas son múltiples, empezando por huir del dinosaurio, claro está. Las hay cínicas (tipo "Buenos días pereza") que a mi parecer no cambian nada más que la cuenta corriente de su autor; las hay genialoides que requieren personalidades carismáticas (tipo Tom Peters) ; las hay humanistas que se centran en el individuo y sus valores (como "La Brújula Interior" de Àlex Rovira); las hay que vehiculan el altruismo en una variante más emprendedora que la pura acción reparadora de las ONGs clásicas, etc.


Lo interesante sería crear un red creciente de personas que se encontraran y reconocieran en ellas mismas y en su relación con los otros la disposición a crear "islas de sentido" no sólo en el ámbito personal y relacional sino también en el económico y empresarial.


Un ejemplo, lo tenemos en la entrevista que los de La Contra publicaban en La Vanguardia del domingo dia 6 de Marzo. Ahí tenemos una empresa que, además, no sólo genera sentido en su propio fundador.... . Por mi parte, ando muy implicado en crear empresas de conocimiento con sentido y para ello me he enredado en los Talleres sobre Economia del Conocimiento que organizan unos amigos, basados en obtener fuerza desde una red de personas que con sus planes personales de acción no sólo cambian su vida sino la economía de su entorno. !Pero que cada uno se enrede en la red que que mejor le vaya!