De aquí para adelante
por Ramon
Un artículo sobre los jóvenes y el trabajo me ha traído a la memoria la observación de S. en su carta desde Inglaterra al destacar que una vez conseguida las libertades políticas, toca trabajar las individuales, así como la conexión que esto tiene con la capacidad de abrirse paso profesionalmente, solidariamente y desplegar el proyecto personal de futuro de cada cual. Que esto no es así lo pone en evidencia un párrafo como este:
El artículo de La Vanguardia recoge las opiniones del grupo de jóvenes que el Parlament ha contratado (o subcontratado, no me queda claro) para actuar de guías en la exposción sobre los 25 años de la institución.
La impresión que tengo es de queja contínua pero al mismo tiempo surge un retrato de joven suficientemente preparado, con clara conciencia política a nivel local y global. Buen material para empezar a cambiar, sólo si no enfocamos esa capacidad hacia lo negativo y la queja que se mueve en espiral sobre el centro inmóvil del descontento.
Otro artículo que me ha parecido interesante ha sido uno que trata sobre los Call Centers en BCN, esas empreas secundarias que cada vez que una se localia aquí el Ayuntamiento nos vende como de alta tecnología y claves para el futuro de la ciudad. Su personal (también suficientemente preparado) y de las razones reales para venir a BCN tanto por parte de cada uno de ellos como de las compañías que establecen aquí este tipo de centros.
En resumen, BCN podría resultar atractiva para jóvenes extranjeros con preparación, cuenta con un segmento joven local bien preparado y concienciado... y machacado. Les tocaría, quizá, coger las riendas porque la generación actualmente en el poder (los políticos de la transición y que han vivido dentro de los partidos, por ejemplo) no pueden responder a sus expectativas.
Si me permitís el optimismo dominical, el punto de partida es bueno, mejor que en otros lugares... hace falta ir hacia adelante. Where do we go from here? (Y no me contestéis que sólo a Inglaterra, aunque también, claro)
Un artículo sobre los jóvenes y el trabajo me ha traído a la memoria la observación de S. en su carta desde Inglaterra al destacar que una vez conseguida las libertades políticas, toca trabajar las individuales, así como la conexión que esto tiene con la capacidad de abrirse paso profesionalmente, solidariamente y desplegar el proyecto personal de futuro de cada cual. Que esto no es así lo pone en evidencia un párrafo como este:
"Soy hijo de inmigrantes andaluces", comenta Santi: "Mi madre trabajó de niña en los campos de Andalucía y vino a Catalunya, donde empezó a trabajar en una fábrica. He visto a mi madre llorar a mi hermano lo hicieron fijo en un taller mecánico, y lloró también cuando le dije que había conseguido este trabajo en el Parlament". Ellos son conscientes de que han ganado en libertad de expresión, pero también reconocen que sus expectativas de futuro y algunos derechos adquiridos por sus padres se han visto mermados. Esos padres lo dieron todo por que sus hijos tuvieran una educación, puesto que en su época tener estudios significaba disponer de una mejor calidad de vida. "La fórmula de ´a más estudios mejor futuro´, ya no funciona."
El artículo de La Vanguardia recoge las opiniones del grupo de jóvenes que el Parlament ha contratado (o subcontratado, no me queda claro) para actuar de guías en la exposción sobre los 25 años de la institución.
La impresión que tengo es de queja contínua pero al mismo tiempo surge un retrato de joven suficientemente preparado, con clara conciencia política a nivel local y global. Buen material para empezar a cambiar, sólo si no enfocamos esa capacidad hacia lo negativo y la queja que se mueve en espiral sobre el centro inmóvil del descontento.
Otro artículo que me ha parecido interesante ha sido uno que trata sobre los Call Centers en BCN, esas empreas secundarias que cada vez que una se localia aquí el Ayuntamiento nos vende como de alta tecnología y claves para el futuro de la ciudad. Su personal (también suficientemente preparado) y de las razones reales para venir a BCN tanto por parte de cada uno de ellos como de las compañías que establecen aquí este tipo de centros.
En resumen, BCN podría resultar atractiva para jóvenes extranjeros con preparación, cuenta con un segmento joven local bien preparado y concienciado... y machacado. Les tocaría, quizá, coger las riendas porque la generación actualmente en el poder (los políticos de la transición y que han vivido dentro de los partidos, por ejemplo) no pueden responder a sus expectativas.
Si me permitís el optimismo dominical, el punto de partida es bueno, mejor que en otros lugares... hace falta ir hacia adelante. Where do we go from here? (Y no me contestéis que sólo a Inglaterra, aunque también, claro)
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