2010: Más alarmas pero ¿soluciones?
por Ramon
Estos días hay una verdadera eclosión de artículos sobre el retraso en alcanzar los objetivos de Lisboa. Un florecimiento primaveral que en su furia exuberante brinda algunos intentos de solución en "combinaciones de atrevidos colores" como acostumbran a describirse cada año los modelos de la colección primavera-verano.
Manuel Castells, ante el empuje de Estados Unidos y Asia, que ya arrollan a la clásica Europa con su enorme capital humano bien formado en ciencia y tecnologías, propone a Europa salirse por la tangente y apostar por las ciencias sociales.
Ciertamente la presión de ambos competidores es enorme y aquí nos haría falta una buena solución para sobrevivir ante ella. Como mínimo habría que asegurar las condiciones para aumentar y retener nuestro capital humano. Y quizá ser verdaderamente estratégicos en nuestras orientaciones, Humildemente sea dicho.
A lo que quizá quiera apuntar Castells, aunque no lo verbalice o todavía no lo imagine así, es que nos faltan realmente muchos más tecnólogos y científicos pero de otro tipo: capaces de darse cuenta que tecnologías como la informática son también tecnoculturales, tecnosociales. Es lo que me dice cada día un antropólogo que hace tecnología, Artur Serra y que sabe muy bien de lo que habla después de haberse estudiado la tribu y el sistema de innovación de USA desde dentro.
La solución de "si los otros (USA, Asia) son tan buenos ingenieros, nosotros los ganaremos a base de sólo antropólogos" no nos va a sacar del atolladero europeo... Especialmente si seguimos pensando en ingenieros o antropólogos como lo son ahora, como están preparados ahora y como piensan ahora. Si, por ejemplo, fueran personas capaces de ver la informática como un nuevo lenguaje para describir y construir la realidad y las nuevas invenciones, quizás, quizás, quizás.
Otro día me pongo a desarrollar qué significa "tecnocultura" y a lo mejor queda más claro.
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