lunes, abril 26, 2004

por Oriol Lloret Albert

Es duro admitir la ausencia del ser querido, pero aunque parezca increible, acabamos acostumbrándonos a ella. Todavía estoy en proceso, pero cada vez pienso más en positivo sobre la muerte de mi abuelo. Cada vez se hace más visible el "buen recuerdo" y se va diluyendo la dureza de perderlo. Por siempre habrá un vacío irrellenable, pero otras partes de mi se van llenando de sentimientos alegres cuando pienso en él. Es un proceso lento, pero estoy en ello...