miércoles, junio 29, 2005

Richard Florida: el mundo es plano y también puntiagudo

por Ramon

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Richard Florida, articulador del concepto de "Clase Creativa" y su corolario de que las sociedades que prosperan son las que tienen y cuidan las tres Ts (talento, tecnología y tolerancia) realizó una intervención hace un par de días en la 51 convención del Creative Problem Solving Institute (¿tenemos algo así por aquí?)... en St. Paul, Minnesota. Para un seguimiento muy bueno, acercaos a Ideaflow, con vídeo.

Ante la teoría de quel mundo es plano de Friedmann :

The world is not flat, but simultaneously incredibly concentrated and spiky...there are two dozen spiky places in the world that account for 98% of innovation.

La clase creativa no es un concepto elitista, al contrario, una sociedad sólo progresa si se es capaz de sacar el máximo de creatividad de todos:

The starting points for solutions: 1) See every individual as creative; 2) Be open; 3) Leave no one behind.

Modelos de ciudades:

The models that we have to build on are those that build a more inclusive, creative society, such as Helsinki, Stockholm, Melbourne, Sydney....and Minneapolis-St. Paul is a good model.

En especial esta última consideración me lleva a pensar que tenemos otro tipo de estrategias mucho para progresar en la sociedad del conocimiento. Menos evidentes y más sutiles que las típicas de incidir en I+D+I, construir parques tecnológicos, parques científicos, montar programas de innovación, de capital riesgo, "aproximar la empresa a la universidad" etc. Todo ello me suena, no sé, demasiado institucional. Claro está, todo ello es necesario en un país como el nuestro "desarrollado pero no avanzado".

Alternativa o simultáneamente y siguiendo la óptica de Richard Florida, la palanca principal de cambio estaría en generar unas actitudes, una forma de entender la vida, el trabajo y el progreso asumidas hasta por el último ciudadano. De ahí que la línea de trabajo de Florida orbite en torno a los estilos de vida. Según esto, es preciso trabajar no sólo en los grandes nombres y en los grandes planes, no sólo en los grandes líderes sino en multitud de "autolíderes".

En nuestro país esto requiere un cambio social, ni más ni menos. Y esto que suena como algo difícil y grandioso quizá sólo dependa de pequeños cambios, como illustró Irene Tinagli en una reunión del Cercle pel Coneixement presentando el estudio sobre Europa bajo el prisma de Creative Class (Más otro día). Por una parte tenemos a la Administración anclada en la óptica de la planificación. Por otra tenemos a la ciudadanía en actitud reclamante. Y el resto de los actores (universidad, empresas) todavía andan en otra forma más "macro", reglamentista de entender y atacar los problemas.

Ya hemos dicho en más de una ocasión que en nuestro entorno tenemos un problema de liderazgo pero, en línea con la falta de èlites, también debemos superar el problema de la falta de una masa crítica de personas capaces de autoliderarse y capaces de introducir cambios en pro de la innovación y la creatividad en sus respectivos ámbitos, de conectar y avanzar en pro de las tres Ts. Esto nos llevaría a reconsiderar la educación, donde el cambio no sólo se debería basar en modificar las estadísticas de ordenadores por aula (que también).

La clave son los autolíderes de la clase creativa. En Catalunya han de surgir de esa generación fría que no se puede permitir el lujo de sólo quejarse o sólo medrar: hemos de cambiar las cosas.

(P.S.: Por si no lo habés leído, recomendable también el análisis que Florida realiza en "The Flight of the Creative Class" respecto a la competitividad no sólo como "atracción y retención de talento" sino como "gestión hábil de los flujos de personas de la clase creativa" y las ciudades como "condensación de flujos, no repositorio continuo de talento", así como una crítica durísima a la actual política de inmigración en USA)