jueves, julio 07, 2005

Ciudades creativas: pistas para la administración

por Ramon

El siempre interesante weblog de Jyri Engeström aporta una reflexión útil para aquellas administraciones municipales que quieran convertir sus respectivas ciudades en polos creativos, base de la nueva economía del conocimiento.

Para ello empieza por remarcar que la creatividad está relacionada con el remix de prácticas culturales reales, esto es, con un concepto de cultura mucho más amplio que el que normalmente se maneja. La creatividad no se ciñe a una clase particular sino al conjunto de los ciudadanos. Una llamada de atención, pues, tanto a los que promueven un concepto de cultura dirigista y teatral como a las tesis iniciales de Richard Florida y su "clase creativa" (que él mismo intenta matizar últimamente). Por tanto, el objetivo ha de ser no sólo atraer a la "clase creativa" global sino también detectar y potenciar las bolsas de creatividad locales que pueden estar fuera de las instituciones oficiales. El "Talento" y la "Tecnología" que Florida adscribe en buena parte a las instituciones universitarias puede surgir también entre otros ciudadanos.

Para conseguir este objetivo Engeström remarca la importancia de la conversación y el diálogo creativo constante. Recomienda no obviar la importancia de las tecnologías de participación (weblogs, RSS, wikis, redes sociales). Sobre todo, si se soportan con una política municipal inteligente que garantice el acceso a internet. Remarca el papel del WiFi municipal en esta estrategia. Como él dice "los ordenadores e internet son remezcladores culturales (cultural remixers) de primer orden".

En resumen, el objetivo es promover la creatividad vía remix, trabajando sobre estos ejes:
  1. Clima político en favor de la conversación online. Pasar de las "webs municipales" centradas en el ciudadano como "tramitador" a webs que impulsen el diálogo. La mayoría de webs municipales todavía está en la de fase "yo soy el Ayuntamiento y, con suerte, te respondo (pero no siempre te escucho)".
  2. Facilitar el acceso barato a internet vía WiFi. Ya hemos comentado en ocasiones el papel de las redes municipales y su controversia. Con la CMT en Barcelona, nuestra ciudad seguro que lo consigue, si me permitís la ironía.
  3. Promover medidas que estén a favor de los innovadores y no sólo al servicio de las èlites empresariales. Mismo comentario.
Todas estas medidas se precisan en diversas iniciativas:
  1. Políticas. Asumir realmente la cultura de transparencia y accountability que facilitan las nuevas tecnologías conversacionales (weblogs, feeds de RSS). Pequeño cambio en nuestra cultura política, pues. Engeström ilustra una serie de weblogs creados por políticos locales y ciudadanos (solos o en cooperación con las respectivas administraciones). Comenta lo interesante y crítico que puede ser un weblog en términos de información local. Muestra la lista de metroblogs, de ciudades globales, donde en cambio no aparece Barcelona, ciudad global y "cool" del mundo mundial por excelencia según reza uno de los mitos que alimenta nuestra clase dirigente.
  2. Tecnológicas: WiFi para facilitar el acceso a la información municipal de forma inteligente (brinda tres formas de promoverlo). Además, cita el uso de feeds de RSS y el modelo de interfaces abiertas vía APIs (como hace Google Maps) para facilitar el desarrollo de aplicaciones y como cláusula en los contratos de desarrollo informático de la administración (iniciativa relacionada). Pone varios ejemplos de esta politica en favor de "abrir", aparte de mi favorito: el uso de APIs y RSS para el acceso a la información de tráfico. A lo mejor el Ayuntamiento y la Generalitat (Servei Català de Trànsit) le hacen caso antes a un finladés (Engeström) que a mí.
  3. Legales. Facilidad de acceso y utilización de la información municipal vía "liberación" de información municipal en forma de Creative Commons.

Barcelona tiene ambición de ser una ciudad global y cree que es una ciudad creativa. Se machaca publicitariamente ese tópico. Pero los proyectos que se llevan a cabo insisten en las estrategias tradicionales de generación de riqueza (distritos empresariales, tecnológicos, caza y seducción de talentos científicos...). Sabemos que cuesta mucho, pero es importante cuidar a los talentos locales, a las bolsas de creatividad locales, mover las microiniciativas que generan cambio y que atraen realmente a la clase creativa global, productiva (no sólo paseante) interesada por la creatividad local y dispuesta a incrementarla.

Ya se sabe, electoralmente es más fácil vender la foto de un nuevo y rutilante edificio que demostrar esas pequeñas cosas. También es probable que este tipo de cambios sea el que menos depende de los políticos y más de una sociedad activa.

Me creeré que Barcelona (o Catalunya) son globales el día que sea normal contratar a personas como Jyri Engeström para llevar el área de innovación de una ciudad como Barcelona. Pero ya se sabe, de momento, lo nuestro es lo mejor. ¿Por cierto cuántos funcionarios municipales hablan inglés?¿Cuántos son extranjeros¿Cuántos son extracomunitarios?¿Le gustaría a los Engeström de este mundo ser funcionario de por vida? (Richard Florida remarca que lo que atrae a la clase creativa es la posibilidad de cambio profesional de por vida).

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