por Oriol Lloret Albert
Una buena descripción de la "época Aznar":
Un balance exterior
RAFAEL JORBA - 29/07/2004
Leo un balance exterior de la era Aznar: La afirmación nacional y atlántica de España, de Jean-Jacques Kourliandsky, investigador del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París. Resumo, con permiso del autor, su análisis: “J. M.ª Aznar, que se esforzó en aparecer como un centrista de razón durante su ascensión electoral y en el periodo de coaliciones (1996-2000), reencontró, con la mayoría absoluta del 2000, el patriotismo militante de sus años de formación política. (...) El retorno del Estado central, la tentativa de reducir el espacio adquirido por las comunidades autónomas desde 1978, la criminalización progresiva del nacionalismo periférico no violento, la búsqueda parcialmente lograda de una ruptura entre socialistas y nacionalistas moderados unidos por un común pasado antifranquista, recuerdan un catecismo patriótico español viejo y olvidado. (...) No es seguro que haber buscado dividir más que integrar y resucitar consciente o subliminalmente las dos Españas, tanto en el interior como en el exterior, haya sido una buena inversión para España, aun cuando Aznar habrá ganado varias páginas en los manuales de historia. (...) Esta ambición exterior rompía con las políticas de la transición democrática, pretendiendo rehabilitar un discurso nacional y nacionalista español que, apoyado en una muleta norteamericana, ha desestabilizado gravemente el triángulo fundamental de la diplomacia peninsular de los años 1980-1990 (el triángulo tenía Europa como base y dos lados: Latinoamérica y Mediterráneo)”. Zapatero “restablece el guión” iniciado por Suárez y profundizado por González
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